Chicago, 1887. La vida de Violet Montroe es una sucesión de rostros y nombres, gente que pasa por la casa de huéspedes de su familia sin dejar huella. Hasta que un ranchero de Colorado, llamado Christopher Anderson, se hospeda allí y, tras un vuelco del destino, le pide matrimonio. Violet acepta con la ilusión de tener un hogar propio y de limpiar y cocinar solo para su marido.
Sin embargo, en el rancho la aguarda una desagradable sorpresa: Christopher vive en una casa con otros seis hombres y solo se ha casado con ella porque necesitaba una criada.
Mientras Violet valora si regresar a su hogar o permanecer en Colorado, irá descubriendo al hombre con quien se ha casado, creando lazos con los habitantes del pueblo y del rancho, y encontrándose a sí misma en ese paisaje que invita al miedo, pero también a la aventura. Pronto se dará cuenta de que la Violet que se ha casado con Christopher es una persona nueva capaz de vencer las sombras de su pasado y también las de ese desconocido que ahora es su marido.