Lucy: mujer blanca, 42 años, separada, con dos hijos y un exmarido en proceso de desintoxicación por varias adicciones, profesora de literatura y jefa de departamento en un colegio de un barrio multiétnico, culta y con amigos sofisticados. Joseph: hombre negro, 22 años, hijo de un matrimonio roto: la madre enfermera en un hospital público y el padre trabajador de la construcción en paro; pluriempleado –dependiente de carnicería, entrenador de fútbol juvenil, auxiliar en un centro deportivo– y con el sueño de hacer carrera como DJ.
De entrada, dos personas muy diferentes, cuyos destinos sería improbable que se cruzasen. Pero se cruzan, e inician una relación amorosa que deberá enfrentarse a todos los prejuicios –por la raza, por los años que los separan, por los diferentes entornos culturales– y sobre todo a sus propios miedos. El telón de fondo es la tensa campaña del referéndum del Brexit, que no contribuye precisamente a sembrar la armonía entre los británicos. Y como actores secundarios aparecen un escritor blanco con problemas de erección; una amiga blanca obsesionada con el sexo, o más bien con fantasear sobre el sexo; una chica negra seductora, ambiciosa y que canta como los ángeles; otra chica negra a la que le encanta Thomas Hardy; un chico muy friki que lo sabe todo sobre la música negra…
Con estos elementos, su probada capacidad para construir personajes entrañables y su también probada brillantez para los diálogos ágiles e inteligentes, Nick Hornby nos regala una novela deliciosa, conmovedora y repleta de humor desternillante, a la altura de sus mejores logros.