Cada mañana Judy Moody mide a su hermano Stink y ve que siempre mide lo mismo: noventa y siete centímetros. Hasta el tritón, que es la mascota de la clase, crece más deprisa que él.
Pero un día comprueba en la cinta métrica que Stink ¡mide casi medio centímetro menos! ¿Cómo puede ser? ¿Es que Stink está encogiendo?
Así comienza Stink. El increíble niño menguante:
¡Bajo!
¡Más bajo!
¡Bajísimo! Stink era bajo. Canijo, pequeño, enano. Pequeño como una pulga, enano como una quisquilla.