En este viaje sentimental por Bretaña, la tierra idílica de su infancia, Le Clézio nos invita a reflexionar sobre la identidad territorial, los nacionalismos y el paso del tiempo. Desde su primer recuerdo —la explosión de una bomba en el jardín de la casa de su abuela—, pasando por los años vividos como niño de la guerra, que de forma tan terrible impactaron en su aprendizaje del mundo, el premio Nobel de Literatura dibuja una página imprescindible de su geografía emocional que habla de la pertenencia y su lugar en la memoria.
Un recorrido hacia la madurez, pero sobre todo una mirada lúcida sobre los cambios sociopolíticos en un territorio único, la progresiva desaparición de su economía tradicional y la orgullosa dignidad de un pueblo que, pese a todo, se aferra a sus raíces.