A todos los buenos dragones les gusta volar y escupir fuego. Pero NO les gusta nada el agua. ¿Qué se supone que debería hacer una dragoncita que descubre que puede nadar como un pez y que… LE ENCANTA? ¿Y qué pensará su papá dragón?
Una encantadora y divertida historia sobre la aceptación, la diferencia y el amor familiar.