Este es un libro sobre el cuerpo. Sobre un cuerpo que ama y es amado. Un cuerpo que también es abusado, violentado a través del sexo y el parto, del aborto y la sangre, de la mugre. Materiales no artísticos en manos de una pintora que escribe, de una escritora que mira.
La anguila aborda la memoria y la herencia, habla sobre nacimientos y pérdidas, sobre el deseo que traspasa generaciones, los gestos aprendidos y truncados. Sobre rebeliones y huidas, sobre la amistad y sobre Chile.
Es el retrato de una mujer que asume los riesgos de mirar atrás sin veladuras y se dirige hacia una vida nueva.
«Paula Bonet, sin compasión y sin autocomplacencia, escribe una novela de formación con final feliz: el mundo se empieza a transformar, y una mujer se autorretrata con la carne de la escritura, los ácidos y el óleo. Bonet construye su cuerpo con todos los lenguajes de la materia fumigando los malos espíritus y el peligro de los preceptores, los pigmaliones, los hombres más cultos y admirables que ahorman nuestros deseos y los convierten en espina. Contra la violencia de las espadas incrustadas en la vagina-vaina, ahora Bonet habla de amor y de cómo unas mujeres aprendemos de otras» (Marta Sanz).