ZANDERS
El hockey en Chicago no sería nada sin mí; la multitud necesita alguien a quien odiar. Se cuál es mi papel, y lo represento a la perfección. De hecho, me encanta pasar la mayor parte del partido amonestado en el banquillo para luego dejar el estadio con una chica distinta cada noche… o eso es lo que quiero que piense la prensa.
Lo que no me gusta es la nueva azafata del avión privado del equipo. Ella trabaja para mí, no al reves. Pero me asegurare de recordárselo, y para cuando termine la temporada deseará no haber aceptado el puesto.
Pero en cada vuelo estoy más confundido, y ya no logro distinguir si sigo pulsando el botón de llamada para fastidiarla o es que hay algo más.
STEVIE
Hace años que soy auxiliar de vuelo. Pensaba que lo había visto todo, pero cuando entro a trabajar para la superestrella más ególatra y arrogante de la Liga Nacional de Hockey, empiezo a replanteármelo todo. Especialmente la promesa que me hice a mí misma de no volver a ti