Por su naturaleza, los desastres son difíciles de prever. Pero hoy deberíamos estar mejor preparados contra las catástrofes de lo que lo estaban los romanos cuando estalló el Vesubio o los italianos medievales cuando golpeó la Peste Negra. Después de todo, nosotros contamos con la ciencia. Sin embargo, la respuesta de la mayoría de los países desarrollados ante un nuevo patógeno de origen chino fue más bien chapucera. ¿Cómo fue posible? Si bien los gobernantes populistas han tenido un desempeño deficiente frente a la pandemia, Niall Ferguson sostiene que estaban en juego patologías previas arraigadas, ya visibles en nuestras respuestas a desastres del pasado. Desastre ofrece no solo una historia, sino una teoría general de las catástrofes. Como muestra Ferguson, los gobiernos deben aprender a ser menos burocráticos y más resilientes si quieren evitar la ruina inminente de un declive irreversible.